Podría haber titulado estas letras como la canción “Corazón partío”, de Alejandro Sanz, pero este cantautor no es tanto de campo como por ejemplo Manolo García. Lo que quiero decir es que esta vez la opinión esbozada por mí para “Profesional Agro”, no se va a fundamentar en datos concretos, como me gusta, sino en sentimientos, en el corazón, a lo Doña Rosalía de Castro con “Adeus ríos adeus fontes…”, o Don Miguel de Cervantes, con “En un lugar de la Mancha…”.
A mayores, un apunte de una persona con cargo institucional y relevante a nivel global, el Papa Francisco, que pronunció la siguiente frase al inicio de su periodo de pontificio: “necesitamos una revolución en los corazones”. Pues concuerdo totalmente con él.
En un mundo en el que parece que no nos damos cuenta de que desarrollar descontroladamente tecnologías como la inteligencia artificial (sin sentimientos), puede destruirnos. En un mundo donde a las personas que labran la tierra y cuidan animales para la alimentación humana, se nos responsabiliza del cambio climático y el maltrato animal. En un mundo en el que los sistemas democráticos permiten que en el continente europeo (¿cuna de la civilización moderna?), se pruebe y se ponga en funcionamiento tecnología que quita la vida a miles de personas… ¿Qué podemos hacer los que realmente creemos que empezamos a entender la esencia de la tierra, mediante el contacto directo y diario con ella? Pasión, corazón, humildad y flexibilidad, poco más.
Los que me conocéis, sabéis que soy persona que se esfuerza en el pensamiento positivo. Pero esta opinión pretende ser una llamada de atención urgente a toda persona que vive de espaldas al campo. También a los que viven del campo, para avisarles de que el no cooperar, la falta de cohesión, el entendimiento con conveniencia, el mirar cada uno lo suyo, la envidia sin límites, la crítica destructiva y la unión aparente, nos está conduciendo al abismo más abrupto.
Con todo esto, quisiera acabar lanzando también mensajes en positivo, además de advertencias. Me encuentro en Huelva, en la Quinta Reunión Ibérica de Pastos y Forrajes, que se celebra entre Huelva y Loulé, y sinceramente me siento confiado en que el mundo científico no contaminado nos ayudará a demostrar que cuidar la tierra es posible, además de necesario.
También el corazón partido por no estar en Lugo, con un tractor, apoyando a mis compañeros de la Asociación “Gandeiros Galegos da Suprema”, una luz que, aunque con defectos de inicio, es una gran apuesta por la excelencia en la producción de carne en Galicia, que representa un gran pilar de desarrollo rural en el territorio gallego.
Para acabar, creo firmemente que los labriegos y labriegas del mundo, propietarios/as de tierras, serán los mayores aliados para no sucumbir a crisis alimentarias severas, que son posibles. No olvidemos que, aún sin creer que estamos en crisis, mueren niños/as y ancianos/as en el mundo por falta de alimentos. Tampoco nos olvidemos de que no sabemos con qué energía se labrará la tierra dentro de poco, ni si los tractores serán tractores, y si serán conducidos por labriegos/as.
Aún así, amemos la tierra que nos dará de comer y, de paso, ayudemos a mejorar la vida de quien la trabaja, que seguro que nos irá bien a todos y todas con ello. ¿O creen que los robots substituirán a los labriegos/as en el trabajo de la tierra? ¿Y en la propiedad de la misma?
Un cordial saludo.
*Marcos Vázquez Marey, presidente del COITA Lugo y Director de MUVICLA
Ilustración: Kiko Gómez Lozano.