Profesional AGRO
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OPINIÓN
Firma invitada / DANIEL FRANCO*

AGRICULTURA Y COMUNICACIÓN, CLAVES EN LA EVOLUCIÓN HUMANA

Hace años que descubrí que mi vocación era la comunicación. Al principio no tenía muy claro si lo mío era el periodismo, el cine o la publicidad, pero sabía con certeza que comunicar con imágenes, textos o cualquier otra herramienta, era mi futuro. Y como casi todos los hechos que marcan nuestras vidas, el acabar desarrollando esta labor profesional en el ámbito de la agricultura, y en concreto de la maquinaria agrícola, fue algo puramente fortuito.

Con orgullo puedo decir que estos dos campos en los que actualmente me muevo profesionalmente, comunicación y agricultura, que aparentemente tienen poco en común, son claves y definen al ser humano desde su existencia, siendo imprescindibles para su evolución y desarrollo.

La civilización tal y como la concebimos, nace hace miles de años cuando nuestros antepasados, siguiendo su naturaleza social, comenzaron a desarrollar sus habilidades comunicativas para agruparse en comunidades y finalmente, gracias a la llegada de la agricultura, se convirtieron en sociedades sedentarias favoreciendo el boom demográfico y el surgimiento de las ciudades.

Tanto agricultura como comunicación, han evolucionado históricamente sumando herramientas y tecnología que han marcado el crecimiento y evolución de nuestro mundo. La llegada de la escritura para registrar y perpetuar la palabra y el arado arrastrado por bueyes que dio lugar al cultivo intensivo; la imprenta y la mejora de aperos o el arado pesado con ruedas y vertederas, para la profesionalización y posterior industrialización de estos trabajos; la electrónica, radio, televisión y la mecanización del campo para eliminar las barreras físicas y llegar a las masas.

En las últimas décadas nos vemos sumidos en una enorme revolución tecnológica consecuencia de la llegada de la informática, el procesamiento de datos e internet. La pandemia, confinamiento mediante, ha acelerado aún más si cabe esta revolución. Desde la agricultura, un sector aparentemente tan tradicional, existe el miedo a este cambio, a que la tecnología se convierta en un problema más para unirse a otros que ya parecen crónicos en el sector, como pueden ser la despoblación de las áreas rurales o la subida de precios de carburantes e insumos, y finalmente hacer desaparecer un oficio en constante crisis.

La comunicación vive una crisis similar, en la que muchos especialistas opinan que estamos perdiendo la facultad de comunicarnos y relacionarnos. Que estos nuevos medios, deshumanizan y nos hacen aislarnos y vivir cada vez más solos y despegados del mundo. Pero no hay que olvidar que los avances tecnológicos no llegan para acabar con un sector, sino adaptarlo a los tiempos, hacer que perdure e incluso reivindicar su importancia y vigencia. La agricultura ha dado un salto cualitativo con esta nueva revolución tecnológica aportando soluciones a los actuales problemas del sector, haciendo que el trabajo del agricultor sea más eficiente y productivo. Se trata de soluciones que buscan que los cada vez menos agricultores sean capaces de aumentar el rendimiento de las cada vez menos explotaciones agrícolas y además hacerlo de forma sostenible. La Agricultura inteligente o Agricultura 4.0 entra así en juego con tecnología como el autoguiado, paquetes de agronomía, telemetría, el control de secciones, el control de dosis variable y por supuesto, nuevos entornos operativos para hacer todo esto sencillo e intuitivo.

La pandemia ha demostrado que la tecnología puede ser accesible y útil a todo el mundo. Las videollamadas, compras online, buscar información en la red, trabajar desde casa, controlar dispositivos de forma remota, … todo esto y mucho más, ya forma parte de nuestro día a día, independientemente de la edad y el nivel de estudios. Nuestros padres y abuelos ya no dudan en coger el móvil para explorar las redes sociales o saber qué pasa en la otra punta del mundo.

La agricultura está en la misma fase, en la 4.0, en la que multitud de herramientas ya mencionadas permiten al agricultor realizar muchas más tareas y de forma mucho más eficiente por sí mismo. Y para que esto además resulte sencillo, entornos operativos como FendtONE hacen que el desarrollo de esas tareas sea tan intuitivo y cotidiano como el uso de un móvil. O incluso puedan usar el móvil para gestionar su flota de tractores, programar tareas en el campo o descargar informes de consumo o rendimiento. Sí, el mismo móvil que nuestros padres acaban de usar para hacer una videollamada a sus nietos.

El ahorro, la productividad y la sostenibilidad pasan por asimilar que toda esta tecnología, la integración de las nuevas herramientas digitales, no son el futuro, sino que ya están aquí y las estamos usando.

El futuro pasa por ver que, como tantos otros avances, la telemetría, los dispositivos móviles, el autoguiado, el procesamiento y transmisión de datos, la tecnología 4.0 tal y como hoy la conocemos, evolucionará y caducará, dejará de existir para dejar paso a otras maneras de aplicar la agricultura y de comunicarnos, pero estas habilidades innatas al ser humano perdurarán mientras que este exista, mientras necesitemos alimentarnos y comunicarnos.

* Daniel Franco, Advertising & Sales Promotion Specialist de Fendt

Ilustración: Kiko Gómez Lozano.

Profesional AGRO es una publicación de MMC&S mediaclever comunicación & servicios.
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