Opinión del Agricultor
Profesional AGRO - Madrid 21/01/2021
Un producto como La Sal, merece ser citada en este apartado de Agro en Directo, pues a partir de comprobar sus muchas aplicaciones llegó a ser más valorada que el propio oro, sobre todo para la conservación de alimentos, lo que permitió al ser humano no tener que depender de la disponibilidad de alimentos de temporada. También favoreció poder efectuar largos viajes, movimientos de ejércitos, resistir cercos bélicos, etc., garantizando una alimentación adecuada.
Los procesos para obtener la sal, en principio eran complicados y su elaboración mantenía ciclos largos al tener que desecar el agua marina. En este proceso la meteorología era primordial.
La importancia de la sal ha llegado hasta nuestros tiempos de múltiples formas. No podemos dejar de citar una de las más importantes rutas de la sal, como era la Vía Salaria en Italia, desde las salitreras de Ostia hasta Roma. En esta ruta, activa unos quinientos años antes de Cristo, los soldados romanos que la cuidaban recibían parte de su paga en sal. Este pago se denominó “salarium argentum”, de allí viene la palabra “salario”.
Siguiendo con un breve repaso de la historia en torno a la sal, el emperador chino Yu Hsia (2200 antes de Cristo), fue el primero en aplicar un impuesto sobre este producto. Este fue también el primer impuesto de la historia. En Francia el famoso impuesto a la sal “la gabela”, fue en parte responsable del comienzo de la Revolución Francesa en el año 1789. Existieron impuestos semejantes en España y otros países, la mayor parte de las veces altamente abusivos para la gente humilde, estando los poderosos exentos por su condición de nobleza, influencias políticas, etc.
Hasta el siglo XX la sal, fue uno de los principales motores en las economías nacionales, incluso un factor desencadenante de múltiples conflictos bélicos. También fue el origen de grandes procesos de esclavitud y enfermedades para las personas que trabajan en las minas.
El ser humano mantiene en su cuerpo unos 250 gramos de cristales de sal, y el consumo diario recomendado es de unos 5 gramos de sal. Por supuesto, siempre dependiendo del trabajo que se realiza y de la sudoración corporal a la que se somete al cuerpo.
Los métodos principales para la obtención de sal suelen ser mediante la intervención solar y el aire, que inciden en cuadrículas inundadas o piscinas. Es un procedimiento antiguo, pero hoy aún activo. También se realiza por evaporización con distintos procedimientos de desecación modernos. Otro proceso es la minería, llevando a cabo excavaciones en la roca minera. En la antigüedad perecían muchos trabajadores por enfermedades pulmonares, alimentación escasa, jornadas de trabajo desde la salida hasta la puesta del sol, etc. Actualmente, se aplican sistemas de máxima seguridad, según países, desarrollando procedimientos con maquinaria muy específica y personal altamente cualificado.
La sal, es citada en numerosos escritos antiguos, depositados en bibliotecas tan famosas como la de Atenas (500,- años antes de Jesucristo), la de Alejandría, la más importante destruida por un incendio en tiempo de César y sobre todo en la de Roma, donde muchos de los impuestos asignados por los romanos se cobraban con distintas cantidades de la misma. No podemos dejar de citar la gran biblioteca de Bizancio o Biblioteca Imperial de Constantinopla, donde los turcos citaban la sal, como un elemento primordial para abastecer de alimentos a su flota que transitaba el mar Mediterráneo, entre otros puntos de interés.
Los romanos explotaban las Salinas de Oro, situadas entre Pamplona y Estella-Lizarra, salineras Gironés y Nuin Eraso, aún existentes. En ellas la producción de sal surge de manantial. La sal extraída mantiene el certificado de calidad BIO, siendo sal común ecológica y biosaludable.
La sal es un componente formado por reacción de un ácido y una base. Esta constituida por cationes metálicos y aniones que pueden contener oxígeno o no. En la sal marina se encuentran, según cantidades: Cloro, Sulfato, Sodio, Calcio, Magnesio, Yodo, Potasio y otros componentes con menor protagonismo. Refinada está compuesta, casi exclusivamente, de cloruro de sodio, supera el 99 %. No todos los mares mantienen los mismo índices de sales, algo ya sabido desde hace siglos.
El primer productor de sal, a nivel Mundial es EE.UU., seguida de Rusia. España se mantiene entre los 12 países mayores productores. Su alta demanda se encuentra animada por la industria alimentaría, que exige sal de alta calidad, la española mantiene un merecido prestigio.
La industria alimentaría es una gran consumidora de sal de calidad, siendo un negocio en la venta de carnes, pescados, mariscos, embutidos, aperitivos varios, etc.
Existen distintas variedades de sal, para ser utilizada en nuestra cocina, tales como: Común, Gorda, Marina, escamas negras, escamas de sal, flor de sal, del Himalaya, también conocida como Rosa, sales aromatizantes o sazonadas, sal hiposódica, Salmuera, etc. Sin duda encontraremos otras más específicas, dependiendo del establecimiento que las venda.
Investigadores del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Universidad de Alcalá de Henarés (Madrid), nos informan, que patenta una salmuera específica que elimina el riesgo de infección por anisakis.
Nos amplían la información sobre esta composición de salmuera, pues, nos dicen, que esta preparada con ácido acético (aditivo alimentario denominado E-260), en lugar de la utilización de vinagres convencionales, que tienen un menor grado de acidez.
El aditivo alimentario E-260, es un acidulante muy utilizado, se trata de un líquido incoloro que está presente de manera natural en ciertos alimentos, pero que puede producirse también sintéticamente a partir del alcohol y del acetaldehído. Este aditivo permite dar un gusto y un olor muy fuerte y es ingrediente activo en el vinagre. Si no se diluye, este aditivo resulta extremadamente corrosivo para los bronquios. También se utiliza en la industria para hacer más solubles el aceite y la resina. En general a este aditivo, debidamente proporcionado, no se le atribuyen efectos adversos para la salud.
Ver el Reglamento (CE), nº 853/2004 del Parlamento europeo y del Consejo de 29 de abril de 2004, relativo a la higiene de los productos alimenticios, al igual que los anexos, también el 2074/2005 de la Comisión, de 5 de diciembre de 2005 y anexos.
Muy importante el Real Decreto 1420/2006, de 1 de diciembre, sobre la prevención de la parasitosis por anisakis en productos de la pesca, también el programa nº 12, incluido en el Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena alimentaría 2016/2020, vigente.
Seguimos recomendando actualizarse con los anexos y disposiciones oficiales posteriores, las modificaciones y actualizaciones son constantes.
También el agricultor paga derivados a precios elevadísimos, por ejemplo la potasa –fuente natural más común del potasio- siendo ésta un derivado del proceso químico de la sal.
La potasa, esta clasificada como esencial para la mejora en producción y calidad de los frutales y un factor clave para la calidad y sanidad vegetal, siempre dentro de los estudios analíticos de las tierras, desarrollando cuadros concretos de tratamientos específicos. Todos sabemos que la mayor parte de los fertilizantes básicos para la agricultura, contienen tres elementos: Nitrógeno, Fósforo y Potasio.
En otros muchos productos que consumimos diariamente, tales como artículos de limpieza, derivados industriales, incluso en automoción, etc., la potasa y sus componentes mantienen un alto protagonismo, todo ello manejado por multinacionales.
De las minas de sal, se extrae, según casos, sobre el 75% de potasa y sobre un 25/30%, además de cloruros y sulfatos de potasio, magnesio, calcio, productos insolubles tales como arcilla y anhidrita, etc.
El precio actual de la potasa –óxido de potasio, base salificable, delicuescente– se encuentra sobre los 500 euros por tonelada de potasa base. En el caso de la sal, también base, sobre los 50 euros por tonelada. La fina de mesa está sobre los 250 euros por tonelada, resultando una relación de la sal para la extracción de potasa de 3 X 1, según nos informan.
Actualmente Canadá es el primer país productor de potasa del Mundo, encabezado por la sociedad canadiense “Potash Corp Saskatchewan”, esta sociedad ha atraído el interés de otras multinacionales, pero el gobierno canadiense siempre lo ha evitado, interviniendo y evitando su venta. También otros países como Bielorrusia, Rusia, China y Alemania, mantienen, junto con Canadá, la producción del 75% de la demanda de potasa del mundo.
Otro uso que no debemos olvidar para la sal es el del cuidado de las carreteras, ciudades, etc. Un país como España adquiere unas 400.000 toneladas para la prevención contra el hielo y la nieve principalmente.
En nuestro país, una de las zonas más productivas de sal, es Torrevieja (Alicante), produciendo unas 100 toneladas de sal, al día, destinadas, en su mayor parte, para atender los rigores del invierno. Esta producción se orienta al Ministerio de Fomento y a las distintas administraciones autonómicas y locales.
Entre las empresas que allí operan nos pasan datos de la empresa Rocamora e Hijos, S.L. (Sal Chaco), de Torrevieja (Alicante), comercializando sal para uso alimentario e industrial, también de Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja, S.A., que mantiene la explotación de las Lagunas de Torrevieja y La Mata. Citándonos su buen desarrollo industrial y económico.
El Ministerio de Fomento en España, mantiene una demanda anual de unas 160.000/180.000 toneladas de sal, atendiendo a los casi 26.500 kilómetros de carreteras que están bajo la tutela o protección del Estado, invirtiendo unos 10.000.000 de euros en este producto. Esta labor también mueve un mercado en auge de maquinaria a distintos niveles, personal profesional, etc.
Las minas de Suria y Sallent de Llobregat (Barcelona), situados en la comarca del Bages, son la principal economía de estas localidades, extrayéndose sal, constantemente. La antigüedad de estas minas es de un siglo y sus instalaciones pertenecen, según nos informan, a la empresa Iberpotash, S.A., creada en el año 1998, siendo filial de la empresa israelí “I.C.L. Fertilizantes”. Esta empresa es uno de los mayores productores mundiales de potasa y fertilizantes de fósforo, ácido fosfórico, fertilizantes especiales y distintos aditivos para la producción de piensos, entre otros productos.
La multinacional “I.C.L.” (Israel Chemicals Limited), mantiene una firme explotación en estas minas, cuya producción continuada se estima con reservas para 90 años, al menos. En estas minas trabajan unos 1.000 empleados directos y unos 300 indirectos, según datos que nos facilitan.
Las empresas profesionales dedicadas a producir alimentos salazonados, mantienen líneas económicas prósperas, algo lógico y deseable para cualquier empresa. La salazón es uno de los mejores sistemas naturales, para la conservación de los alimentos practicado en todo el mundo.
El proceso técnico de la salazón es la deshidratación parcial de los alimentos, preservando el sabor y la inhibición de ciertas bacterias. Actualmente este sistema se aplica en ciertas variedades de frutas y vegetales, citemos los cientos de aperitivos comunes, donde la sal, mantiene un protagonismo muy interesante.
La salazón define una mezcla de sal, nitrato sódico y nítrico, siempre en proporciones debidamente estudiadas, incluso estos componentes son acompañados por otros sabores como el de la mostaza, pimentón, canela, distintos tipos de frutas, etc.
No olvidemos que la producción de jamones precisa grandes cantidades de sal marina, denominando el proceso de la salazón, aplicando un estudiado marco de temperatura y humedad. Ésta realiza una acción de deshidratación de forma natural, evitando la proliferación de microorganismos nocivos para el jamón y asegurando un consumo fiable.
Nos queda agradecer a tantos buenos amigos que nos han pasado infinidad de apuntes, no todos los hemos podido incluir, lo cual lamentamos de corazón.
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