Profesional AGRO - Madrid 18/05/2023
El pasado viernes 12 de mayo, un grupo de distribuidores españoles pudo visitar la emblemática fábrica de arados Kverneland Group Klepp, sita en la población de Kvernaland, en Noruega.
Durante la visita pudieron ver el proceso de fabricación de los arados Kverneland, componente a componente, así como todo el recambio y desgaste vinculado a los arados, cultivadores y chísel. Durante la visita quedó patente el porqué de su reconocimiento en el mercado mundial. Se visitaron las instalaciones del temple por inducción de rejas y puntas, los hornos de carbonización y temple de las tejas, así como los robots y prensas automáticas de fabricación de los elementos de desgaste de los cuerpos de arado.
Arados conocidos por su alta resistencia y durabilidad como resultado del doble temple al que se someten los aceros de composición singular y fabricación específica para Kverneland. El primer temple consigue dureza extrema y resistencia; el segundo temple consigue flexibilidad y fiabilidad especialmente para máquinas suspendidas en carretera, o elementos fuertemente atornillados que pueden someterse a impactos durante la labor.
Kverneland produce 5.000 arados al año y sigue siendo la fábrica de arados del mundo que más arados produce anualmente.
La visita finalizó en la forja, hoy museo, dónde todo empezó, en el año 1879, de la mano del fundador Ole Gabriel Kverneland.
Ole Gabriel Kverneland, construyó su pequeña forja en el pueblo de Kverneland a 25 Km. de Stavanger, Noruega. Llamó a su negocio “O. G. Kvernelands Fabrik” y empezó fabricando guadañas. Inventor de talento, Ole Gabriel diseñó su propio martillo de resorte de accionamiento hidráulico y empezó produciendo de 7000 a 8000 guadañas anuales mediante la producción intensiva. Esto le dio el perfil competitivo que necesitaba para situarse por encima de sus rivales que todavía utilizaban los métodos tradicionales de producción manual.
En 1894 Ole Gabriel convirtió su forja familiar en una compañía limitada con el fin de financiar su posterior desarrollo y crecimiento. Por aquellos entonces la compañía producía básicamente arados y cultivadores de tracción animal. Sin embargo, con el desarrollo de los primeros tractores en los años 20 la compañía empezó pronto a explorar las posibilidades de fabricar implementos agrícolas para tractores.
A lo largo de la primera mitad del siglo XX la compañía continuó creciendo y desarrolló su primer arado para tractores en 1928 ampliando su producción con nuevas series de productos que incluían repartidores de estiércol, horcas para heno, horcas para piedras y cultivadores.
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