Profesional AGRO
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OPINIÓN
Firma invitada / ÁLVARO REDONDO BRAVO *

ARREMÓJATE LA TRIPA… PERO CON VINO

Me he enterado hace poco que los árbitros de fútbol regional, en cuanto pasan de los 1.500 euros de ingresos en un ejercicio y si tienen otro trabajo cuya remuneración salta del mínimo exigido por la Ley 96 del Real Decreto-ley 20/2020, de 29 de mayo, tienen que declarar ese ingreso y declarar a su Federación como Segundo Pagador. Por tanto, sube el tipo marginal y, por resumir, pagan más IRPF. Consecuencia: A muchos no les interesa arbitrar y dejan de hacerlo, de manera que hay partidos de categorías dónde deberían arbitrar tres colegiados y lo hace sólo uno, una situación que va a peor. Quédese con el año que se publicó este Real Decreto.

A dónde quiero llegar: Está pasando lo mismo en el sector primario. La presión es tal que muchos agricultores y ganaderos abandonan su “negocio”. Habitualmente, cuando se habla de la actividad agrícola se dice que abandona su “labor”, en el caso de la ganadera su “cabaña”, su “granja”, sus “animales”, todo eufemismos, porque lo que dejan de explotar es su negocio, porque ya no lo es, no ganan lo suficiente para continuar llevando una vida normal y al mismo tiempo invertir para cumplir con las duras condiciones que, a todos los niveles, vienen impuestas por Europa, por la Comunidad Autónoma, por los diferentes Ministerios afectos a su actividad –Hacienda, Seguridad Social, Agricultura, Industria en muchos casos, de Transición Ecológica, de Igualdad, de Consumo y Turismo…– y además la Diputación Provincial y Ayuntamiento. El que estos negocios, la mayoría rurales, cesen o reduzcan su actividad hace que las otras pymes que viven, sobre todo de ellos, vean reducida su actividad también y muchas desaparezca: Negocios de recambios agrícolas, talleres de maquinaria, de tractores, de fertilizantes, reparadores especializados, suministros de aceites y carburantes y un largo etcétera.

Una de las mayores presiones que toda empresa española sufre en este momento es la fiscal. Los empresarios que me estén leyendo, sea cual sea su tamaño, saben que no estamos hablando exclusivamente del porcentaje sobre ingresos destinados a pagar impuestos. En los tiempos actuales de tramitaciones electrónicas es fundamental, el procedimiento: La firma electrónica (Certificado en cualquiera de sus variantes) y los correos electrónicos informativos que nos llegan notificando procedimientos oficiales. Podrían ser un buen instrumento, pero tal y como en muchas ocasiones y “off the record” reconocen de forma velada los propios funcionarios, se están convirtiendo en un penar para muchos. La continua, llegada de correos con notificaciones falsas y con virus realmente peligrosos, lo que ocasiona es que en muchas empresas, o no se abren o si se abren, ya sea con navegadores que tampoco son seguros (y dejan el sistema operativo de la empresa a merced de hackers) o programas de correo electrónico standard (campo de cultivo del experimentado hacker), provocan el robo de datos/sistemas, circunstancia que los piratas informáticos aprovechan para chantajear al empresario a cambio de poder recuperar su capacidad de gestión. Todos conocemos ya algunos casos cercanos que se han visto afectados por esta plaga. Si el sistema fiscal actual permite estos desmanes es que no es bueno.

Otro dato de comportamiento fiscal que no ayuda: las exportaciones de maquinaria o producto agrícola/ganadero son importantes (fundamentales para ciertos estamentos de la sociedad) para la balanza comercial, y objetivo fundamental de todo empresario.

Pero, el IVA soportado que se puede recuperar al realizar exportaciones, si no se es una gran empresa (por encima de 6 millones de euros y adscrito al REDEME), se traducen un desequilibrio de caja y problema grave para la empresa al tardar en recuperar ese IVA. Es decir, bendición pública a los que exportan, pero también es necesaria una colaboración real por parte del Recaudador para recuperar el IVA. La empresa es siempre una simple intermediaria, tiene que adelantar ese IVA y en ocasiones no existe la liquidez suficiente.

Un dato último: El IAE, el Impuesto de Actividades Económicas que cobran los Ayuntamientos. Cobrar por ejercer una Actividad Económica es prehistórico. En una ciudad como Zaragoza, en la que ejerce nuestra empresa, Ama Zeppelin, hay una campaña para que vengan empresas de fuera incentivando con exención de impuestos y ayudas varias. Eso sí, a los que ya estamos y seguimos aumentando empleo año tras año desde hace más de 20 les voy a decir qué ayudas nos da nuestro Consistorio: Ninguna.

Ayudas son las que faltan también en un año como éste en el campo, a esta hora no se sabe nada del Paquete Sequía ministerial para paliar en alguna medida el grave daño económico que está más que demostrado van a tener muchas explotaciones del país.

Sin ánimo de hundir su moral tengo que hacer referencia también a la inflación de los productos alimenticios en el último año, la real supera el 25%. Gran daño para los bolsillos de todos los españoles, pero la solución no es, cómo estamos leyendo, bajar los precios venta público tirando abajo los precios en origen, aparte de que está prohibido vender a pérdidas por la Ley de la Cadena Alimentaria. Volvemos al argumento del “negocio”, no tengo beneficio, entonces cierro. No es mi ideal de libre comercio que el comercio de los productos agrícolas y ganaderos sea controlado por muy pocos grupos de supermercados, como sucede actualmente, pero la solución no está en crear una cadena estatal tipo Cuba o Venezuela. Sí funciona en cambio el “Laissez faire, laissez passer” que están permitiendo países con crecimiento sostenido no sólo en PIB sino en calidad de vida de los ciudadanos. Puede ser que en esos países no se premie directamente al que sabe o al que tiene suerte, pero no se le maltrata con una gestión administrativa donde, si quiere ejercer de “tirador del carro”, acaba poniendo la gestión en manos de Gestorías, Asesorías, Auditorías, Programadores informáticos y Despachos de Abogados para que le ayuden en este farragoso Sistema.

Volvamos a la sequía, cantaba el más que ilustre zaragozano José Antonio Labordeta “arremójate la tripa que ya viene la calor, que luego en el mes de agosto no suelta el agua ni Dios”. Ahora el agua ya no se suelta ni en enero, pero tenemos una solución, muy cercana y muy barata: El vino. Tenemos cantidad suficiente para “arremojarla” por fuera y remojarla por dentro. Y tenemos calidad, mucha calidad, gracias al trabajo de las DDOO y de profesionales de nivel internacional como Isidro Moneva, Fernando Bordejé, Carlos Melero, Javier Rubio de Bodegas Real Rubio, José Manuel Pérez Ovejas de Dominio de Calogia, la familia Arzuaga entre otros muchos profesionales. Vino que escapa al casi monopolio de otros productos del sector primario y que está a disposición también en tiendas de alimentación de barrio y de pueblo, en bodegas urbanas especializadas y en restaurantes de todos los niveles.

Anotar, para finalizar, que Labordeta pasó a la historia también por mandar a la mierda a congresistas del partido que gobernaba el país en ese momento, año 2003.

* Álvaro Redondo Bravo
Ldo. Ciencias Económicas y Empresariales. Director General Ama Zeppelin

Ilustración: Kiko Gómez Lozano.

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